Hoy presencié una escena muy desagradable, estaba en una plaza donde hay muchos niños jugando acompañados de sus padres. De repente, una niña se acerca a un juguete aparentemente abandonado, rápidamente un niño se presenta como como dueño del juguete.
Las madres de los infantes estaban presentes en el lugar. A continuación, la madre del niño dice a madre de la niña, que la miraba esperando una reacción: “¡A mi hijo no le gusta compartir sus juguetes, lo siento!”.
En esta situación observamos que esta señora no tiene conciencia del mundo en que vive y mucho menos de la mala educación que esta dando a su hijo. Por supuesto que un niño con una edad de entre 4 o 5 años es egocéntrico y a él no le gusta compartir lo que posee. ¡Eso Piaget lo explica mejor que yo!.
El problema reside en que la madre no explica a su hijo la necesidad que tenemos hoy de compartir parte do que tenemos con personas que no poseen nada.
Lo que percibo es que hay padres y madres que deseducan sus hijos y no hacen ningún esfuerzo para intentar hacer lo contrario, púes bueno ¿para que educar nuestros hijos hoy si ya existe la “SUPER NANI”? (que de SUPER no tiene nada más que el “¡SENTIDO COMÚN!”).
Aquel día me quedé pensando y cuando abrí la página del periódico miré un antiguo niño que hoy ya es adulto y que dirige la potencia mas grande del mundo: E.E.U.U. Este “niño” que vamos a llamar de George Bush, aún después de adulto sigue jugando con sus juguetes, el problema es que él no sabe distinguir un mundo real de un juego ni personas de verdad de “soldados de juguete”.
Para este hombre no existen reglas, pues incluso después de haber asesinado muchas personas, cuando percibe que hay otros “niños” intentando acercase a de sus “juguetes”, recluta más soldados para seguir jugando con seguridad, sin responsabilidad y sin posibilidad de ser vencido.
Por este juego han muerto millones de personas reales, decenas de Países son expoliados todos los años, la naturaleza está siendo destruida, e incluso se inventa adversarios para tener excusa para bombardear Países y quedar con los juguetes de los otros “niños” que ni siquiera desean jugar con él.
No sabemos cual es el fin de este gran juego, pero si es verdad que el mundo terminará un día, ya conozco el responsable...NOSOTROS, que permitimos que una “persona” abominable, enferma, asesina como esta siga jugando con nuestras vidas, con la vida de nuestros hijos, nietos hasta con la vida de personas que aún no conocen el mundo.
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